Entre otras exclusivas el ser humano tiene la de articular palabras para comunicarse, pero esto no ha sido así desde siempre. Los científicos que han estudiado este tema dicen que sucedió hace doscientos mil años ( semanas más semanas menos). La mutación de un gen hizo posible que los sonidos adquirieran significaciones y desde entonces utilizamos el habla como el mayor medio de comunicación. ¿ Cómo sería un mundo sin palabras donde se comunicaran por señas? ¿ Cómo sería un mundo sin conversaciones, que es una de las actividades más bellas que realizamos los humanos?.
Pero el gen responsable de la capacidad lingüística estaba ahí y decidió asumir su responsabilidad. Desde entonces no hemos parado de hablar.
El silencio que es el verdadero esperanto en el que puede entenderse todo el mundo, se hizo añicos y empezó este bullir de lenguas en el mundo. Se supone que estamos mejor así diciendo cosas a todas horas. Comunicándonos. Disfrutando con el lenguaje. No parece que haya límites en la comunicación. Cualquier cosa puede ser dicha.
También podemos apreciar que hay distintos estilos de comunicación entre los humanos. Hay quien habla y no calla, y quien habla poco. A veces el ruido de la palabrería aturde la inteligencia. Pero una responsabilidad del que habla, sobre todo si lo hace en público, es meditar antes de hablar. En cualquier faceta de la vida, uno ha de pensar mucho lo que dice, porque las palabras una vez dichas ya no hay manera de rescatarlas para el silencio anterior en el que no existían. Cuantas veces nos hemos arrepentido de haber dicho algo que querríamos borrar. Cuantas veces hemos lamentado habernos callado cuando debimos decir algo. También uno sabe que no es correcto decir lo primero que se nos viene a la cabeza. La comunicación es un arte y hay que saber utilizarlo de forma correcta.
Cuando alguien tiene dificultades para comunicarse con los demás sufre y hace sufrir a los que le rodean. Si no puede decir lo que siente, lo que le gusta, lo que quiere......; precisa ayuda.
El manual que ahora se presenta pretende ser el primero de una colección que sobre la comunicación y sus trastornos, los autores principales intentamos desarrollar. Llevamos varios años investigando y publicando sobre estos temas desde diversas perspectivas, y en esta ocasión hemos realizado un manual que pensamos puede ser útil, de manera especial, para los psicopedagogos. Pensamos que estos nuevos profesionales, están llamados a resolver muchos de los problemas de la comunicación, tanto desde la perspectiva del habla, como del lenguaje o de la voz. Desde la prevención al tratamiento en diversos trastornos, es mucho lo que puede decir y hacer el psicopedagogo; por ello, hemos planteado tres ejes fundamentales en esta publicación que son: conocer, sentir y qué hacer.
Queremos no sólo transmitir conocimientos, sino que además se plantean unos laboratorios con ejercicios prácticos para que cada uno pueda sentir algunas de las cosas que se exponen, y finalmente se presenta un amplio planteamiento práctico, con pautas de actuación concretas pensadas y diseñadas para que resulten idóneas y útiles en el desarrollo profesional del psicopedagogo.
Los Directores,
José Antonio del Barrio
Alfonso Borragán